El cultivo del aguacate en España ha experimentado un notable incremento en los últimos tiempos. La superficie actual ha sobrepasado recientemente las 24.000 hectáreas. La Comunidad Valenciana (3.685 hectáreas), tras años de crecimientos consecutivos en porcentajes de dos dígitos, registró en 2023 otro aumento del 30% en superficie, pasando a acaparar ya el 15% de la superficie a nivel nacional. La valenciana se ha consolidado como una zona emergente para el aguacate, una alternativa a la ya tradicional de la Axarquía de Málaga, con ventajas climáticas en muchas zonas antes quizá ocupadas por cítricos. Atraidos por la rentabilidad y el consumo al alza de este cultivo tropical, comienza a imponerse en áreas del litoral donde no se baja nunca de cero grados hasta ahora. Además, su rendimiento es muchas veces mayor al de los agrios porque la incidencia de las plagas es también más baja.
Hoy la variedad más plantada es Hass. Es, de hecho, la que domina el mercado desde su descubrimiento en 1936. Sin embargo, la predominante en la Comunidad Valenciana es Lamb Hass, que representa un acaparador 70% del área cultivada en esta región. Su adaptación ha resultado ser un éxito debido a cuatro factores clave: 1.- Es más productivo y su fruto presenta mayor calibre; 2.- Mientras que el peso medio de un fruto de Hass es de 220 g, uno de Lamb Hass, con idéntico sabor y misma apariencia exterior, es de 300 g; 3.- La arquitectura del árbol es compacta y más estrecha, lo que permite un marco de plantación intensivo y 4.- Lamb Hass madura más tarde pero ya a partir del tercer año aporta producciones significativas.
Recientemente, Luna UCR, una nueva variedad de flor tipo B y porte si cabe más erecto ha irrumpido en el mercado. Con un periodo de polinización muy extenso, se presenta como una alternativa revolucionaria: puede plantarse bien como polinizador de Hass, bien como variedad principal y con ambas fórmulas se multiplica la rentabilidad. El fruto de Luna UCR es como el de Hass: tiene la misma calidad gustativa, tamaño, pulpa, forma de pera, madura con idéntico color negro, piel rugosa y se pela con facilidad. De hecho, las primeras cosechas californianas se pagan al mismo precio. Pero los árboles de Luna tienen dos ventajas diferenciales: ocupan la mitad de volumen, lo que reduce costes de poda y permite plantaciones intensivas y tienen una eficiencia productiva siete veces mayor (dan 1,6 kg por metro cúbico decopa frente a 0,23 kg/m3 de Hass).