Todo parece indicar que la campaña de cítricos que acaba de empezar será en principio positiva para el sector en España.
Este año la producción de cítricos en la Comunidad Valenciana aumentará un 20% respecto a la temporada anterior, con un repunte significativo de la mandarina y la clementina.
En concreto, tan sólo en la provincia de Castellón, la variedad clemenules, la más valorada y solicitada, tendrá un 40% más de aforo que el año pasado.
Este dato, unido a la creciente demanda de cítricos que comenzó al inicio de la crisis del Coronavirus y que se mantiene en la actualidad, favorece la apertura de los mercados españoles y europeos y también la determinación de unos precios justos, tal y como corresponde a un producto de máxima calidad como son las mandarinas y clementinas españolas.
No obstante, y a pesar de estas buenas perspectivas, la inquietud persiste entre los productores españoles de mandarinas y clementinas.
Y es que si bien España y la Unión Europea, con Francia y Alemania a la cabeza, suponen el principal mercado de los cítricos españoles, a la hora de exportar a terceros países, parece que nos encontramos en un callejón sin salida.
Estados Unidos, que llegó a ser el principal país extranjero receptor de mandarinas y clementinas españolas, durante la pasada campaña impuso unos aranceles del 25%, con lo que no llegó una sola naranja a los supermercados estadounidenses.
Rusia, que en su momento fue el segundo país más importante importador de nuestros cítricos, debido a la postura de España en la guerra de Crimea, ha vetado desde ese año la entrada de mandarina y clementina española.
Y Reino Unido, que es el tercer mayor mercado para los cítricos españoles tras Francia y Alemania, es una incógnita para la presente campaña ya que sigue sin haber acuerdo tras el Brexit y amenaza con grabar las mandarinas y clementinas españolas con un 16%.
Esta circunstancia contrasta sin embargo con la situación de países que son competencia como puede ser Chile, Argentina, Sudáfrica o Marruecos, cuyos aranceles son 0 y que están ocupando el hueco que ha dejado el cítrico español en estos países y llegando a nuevos mercados.
Es el caso de Chile, que recientemente ha comenzado a exportar cítricos a China y cuyo primer cargamento de mandarinas y clementinas ha llegado ya al gigante asiático.
Ante este escenario, el Comité de Gestión de Cítricos está incentivando la reacción por parte de España para intentar revertir esta situación y que se vuelvan a abrir las puertas de estos mercados tan importantes.
A la espera de que eso suceda, al sector del cítrico en España tan sólo nos queda hacer como hasta ahora: trabajar, innovar y mejorar para ofrecer al consumidor las mejores mandarinas y clementinas del mundo.