Empieza la temporada de cítricos ¿Qué variedades de mandarina son las más comunes?

13 septiembre 2016 Citricultura

En Naranjasyfrutas.com tenemos verdadera devoción por los cítricos: su sabor, sus propiedades organolépticas, su gran surtido de variedades… hacen que, entre las variedades más tempranas y las más tardías, las consumamos casi durante todo el año.

Sin embargo, esos dos o tres meses al año en los que tenemos que vivir sin ellas se nos hacen eternos. Por ello queremos dedicar, ahora que comienza de nuevo la temporada de los cítricos, un artículo a una de las frutas que más nos apasiona: la mandarina.

Para ello, hemos querido centrarnos en los tres grandes grupos de mandarinas que encontramos en el mercado, es decir, las clementinas, los híbridos de mandarino y las satsumas.

Calendario mandarina

Comenzamos con las variedades de clementinas:

 Cultifort: Es la más reciente de todas, originada por mutación a partir de la clementina oronules, en 1997 en Pego (Alicante). Es de buen tamaño, algo achatada y fácil de pelar. Tiene un agradable sabor al paladar, y se comporta muy bien en las cámaras de conservación.

 Oronules: tanto oronules como clemenules adquieren su nombre de Nules, la famosa ciudad de la provincia de Castellón popular por sus campos de cítricos. Las oronules fueron detectadas por primera vez en 1970 en dicha población. Se trata de una mandarina pequeña y de color naranja rojizo muy vivo, con una equilibrada proporción entre ácidos y azúcares y su pulpa es tierna y con una buena cantidad de zumo, además de pocas semillas.

 Clemenules: se originaron también en Nules, Castellón de la Plana, antes que las oronules, en 1953, a raíz de una mutación espontánea a partir de la variedad fina. Es achatada, no tiene semillas y es muy equilibrada en la relación ácidos-azúcares. Además de ser dulce, es de fácil pelado debido a su fina piel.

Híbridos de mandarino:

 Tango: derivada de la variedad marroquí Nadorocott y generada en California (de hecho, hubo un rifirrafe entre la familia real marroquí y la Universidad de California por obtener los derechos sobre el fruto) su polen no contamina a otros cítricos y tampoco se dejan contaminar. No tiene semillas, es también fácil de pelar por su piel fina y tiene un buen contenido en zumo.

 Orri: Es de origen israelí, su tardía producción y su excelente sabor la convierten en una de las variedades menos económicas y más complicadas de plantar. Su singular color y su fácil pelado son también factores que la hacen apetecible.

 Gold Nugget: destacan menos por su aspecto que por sus propiedades organolépticas y su sabor, pero lo cierto es que su sabor es exquisito. Tiene un intenso aroma y una buena cantidad de zumo y no se poliniza, por lo que no tiene semillas. Su textura externa es rugosa y no es precisamente bella por fuera pero su sabor puede llegar a ser adictivo, algo similar a lo que ocurre con la pera conferencia.

Satsumas (procedentes de Japón):

– Okitsu: no tiene semillas y es de buen tamaño, con una corteza estrecha y rugosa y color amarillo anaranjado. Su pulpa es jugosa y tierna con bajo contenido en azúcar, aunque con un aroma único.

– Iwasaki: se trata de una mutación de la Okitsu. No tiene semillas. Se recoge verde para mantener la proporción óptima entre azúcar y ácido.

– Owari: un fruto mediano sin semillas, muy común en EEUU. Son resistentes al frío y con un aroma agradable, además de fácil de pelar.