Cada día está más cerca de la fecha. El 29 de marzo de 2019, que en un principio se veía muy lejano, ya está aquí.Son muchas las incertidumbres que se tienen por parte de todos aquellos que hacen negocios con el Reino Unido. Entre todos ellos, encontramos al sector agrícola español.
Actualmente, Reino Unido es uno de los principales destino comerciales de nuestro sector.
Ahí vendemos nuestros cítricos, nuestras frutas y verduras cada temporada, nuestros aceites y vinos. ¿Qué va a ocurrir con todas esas ventas internacionales que realizaba hasta ahora? se preguntan muchos productores y distribuidores.
La realidad es que, según el Ministerio de Agricultura, las exportaciones del sector agrícola español hacia Reino Unido pasaron de 2.925,4 millones de euros (2.510.104 toneladas) en 2012, hasta los 3.953,3 millones de euros (3.005.615 toneladas) en 2017.
Además, hay que tener en cuenta que en 2017 se registró que España importó 1.161,1 millones de euros de productos agrícolas de Reino Unido. La dependencia económica dentro de este sector entre estas 2 naciones es más que evidente.
Según el Ministerio de Agricultura existen tres dimensiones de las cuales debemos preocuparnos o como mínimo prestar atención.
Primeramente, no debemos perder de vista que al salir Reino Unido de la Unión Europea, a medio plazo pueden verse modificados los presupuestos y las políticas comunes, en concreto para nuestro caso, la PAC.
Por otro lado, hay una preocupación asociada al impacto financiero de este acuerdo de salida la UE. En función como se lleve a cabo este acuerdo podría influir en en los presupuestos de 2019-2020 del Marco Financiero Plurianual (MFP) que tenemos actualmente (2014-2020). Puede que Reino Unido haga frente a los compromisos a nivel financieros hasta finales de 2020 pero no hay certeza exacta de que ello vaya a suceder.
Si resulta complejo predecir esto, imaginemos predecir qué resultados puede tener en la PAC y el próximo Marco Financiero Plurianual de 2021-2027, si no se logra un acuerdo entre Reino Unido y la Unión Europea. Por tanto, según el modelo que se adopte finalmente, la etapa tras este Brexit podría ser muy diferente. Se plantearían varios escenarios posibles.: modelo suizo, modelo noruego, modelo turco, entre otros.
El modelo noruego haría referencia a un sistema donde se tiene acceso al Mercado Único mientras se respeten los principios de la UE, como el flujo de trabajadores entre regiones. Este supuesto no incluiría los productos agrícolas.
De otro modo, si se contemplara el modelo suizo, al igual que el modelo anterior se debería contribuir a nivel financiero con los gastos de la UE, pero se tendría acceso parcial a este Mercado Único.
Por otro lado, lo que supone el modelo turco es una unión aduanera, con un flujo libre de productos agrícolas.
Sin embargo, en caso de no-acuerdo, se daría un caso de un comercio en el marco de la OMC. Esta sería la situación más desfavorable que se traduce en aranceles muy elevados para los productores del sector agrícola y una gran cantidad de barreras arancelarias.
Realmente, hablamos de un tema complejo que puede tomar diversos caminos. Son multitud de variables las que entran en juego. Este post nos sirve a nivel introductorio para seguir entendiendo lo que desarrollaremos en el resto. Así que no te pierdas las próximas publicaciones. Analizaremos la problemática con más detalle, tocando las diversas cuestiones que se presentan y posibles soluciones que se podrías plantear para afrontarlos.
Comenta qué es lo que más te preocupa de dicha situación… y sobre todo, ¡mantente alerta del blog de Naranjas y Frutas!