AVA-ASAJA y La Unió denuncian a nueve supermercados por vender cítricos a pérdidas

10 diciembre 2015 Citricultura

La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA – ASAJA) y La Unió de Llauradors han pedido a la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) que depende de forma directa del Ministerio de Agricultura y a la Dirección General de Comercio y Consumo de la Generalitat que investigue a casi una decena de supermercados por vender cítricos por debajo del precio estipulado de rentabilidad para el agricultor.

Las asociaciones han llevado esta queja hasta altas instancias tras haber investigado de forma pormenorizada que nueve establecimientos incumplen la ley, además de que algunos de ellos tampoco han firmado el Acuerdo de Buenas Prácticas Mercantiles en la Contratación Alimentaria.

Las dos asociaciones agrarias han llamado la atención sobre la necesidad de denunciar este tipo de prácticas, que ya fueron notificadas el año pasado por estas fechas y que no quieren que vuelvan a desarrollarse. De hecho, se contempla hacer movilizaciones en los supermercados si la tendencia no cambia.

Según el Ministerio de Agricultura, el umbral de rentabilidad de la naranja está en 1,08€/kg y en la mandarina en 1,19€/kg. En el momento que un supermercado venda por debajo de ese precio, provoca pérdidas para el agricultor.

En los supermercados denunciados por AVA-ASAJA se han detectado precios para la naranja que van de 0,59€/kg a 0,99€/kg, así como en la mandarina de 0,89€/kg a 0,99€/kg. Con esta horquilla de precios se busca atraer al consumidor sin tener en cuenta que se pone en entredicho la supervivencia de muchos agricultores.

Las grandes superficies que venden por debajo del precio de rentabilidad buscan enriquecerse a costa del último eslabón de la cadena de trabajo, que es el agricultor, sin pensar en las consecuencias que estas prácticas tienen en el mercado.

Sobre todo porque altera el normal desarrollo de la campaña citrícola con estrategias ilegales y desleales que terminan por contagiar a otros productos, hasta que es el productor, en este caso el agricultor, quien se ve con pérdidas.

Esto provoca una ralentización de las compras de cítricos en el campo y preocupación por un posible descenso en las cotizaciones de origen, contrastando con la realidad del mercado, ya que la campaña se está manteniendo estable y hay un ritmo favorable de compras en el campo debido al buen tamaño y calidad de la fruta. Pero esta estratagema de los supermercados puede enturbiar este escenario.

Esperamos que el Gobierno y la Generalitat tomen cartas en el asunto para evitar que estos supermercados y grandes superficies sigan poniendo en práctica estrategias abusivas con los cítricos.